Hibernación de las plantas

Del mismo modo que los osos, las plantas también necesitan hibernar. Ellas, por supuesto, no se pueden meter en cuevas ni en guaridas de ningún tipo ya que, como sabemos, no tienen piernas ni tampoco patas, pero no las necesitan, ¿por qué?

Porque ellas, al igual que nosotros, tienen un ritmo circadiano, es decir, que responden a las horas de sol, es decir, que por la mañana van gastando energía hasta que llega mediodía, por la tarde van gastando la energía que les queda, y por la noche tienden a desarrollar azúcares en sus células para poder seguir creciendo al día siguiente. Pero, ¿cómo es la hibernación de las plantas?

Las plantas necesitan luz para crecer, y cuantas más horas-luz haya, más tiempo tendrán para ello. Pero también es fundamental que la temperatura sea agradable para ellas, de lo contrario, no podrán crecer. Esa temperatura variará dependiendo de la especie y de su origen, pero por lo general podemos decir que necesitan que haya, como mínimo, una media de 14ºC para que sus células puedan realizar sus funciones de manera correcta.

Sin embargo, a medida que el otoño y el invierno se acercan, los días se hacen más cortos y la temperatura baja. Así, durante estos días las plantas utilizarán cada vez más la luz del sol sólo para almacenar alimento que usarán cuando regrese el buen tiempo, y no tanto para crecer. De hecho, el ritmo de crecimiento disminuye a medida que el frío se acentúa, llegando a quedar totalmente suspendido en regiones donde se producen heladas y nevadas.

¿Qué ocurre si no hibernan? Lo mismo que nos ocurriría a nosotros si no durmiésemos: la salud se debilitaría, por lo que serían muy vulnerables al ataque de hongos, parásitos y de cualquier otro microorganismo que quisiera afectarlas.

Via jardineriaon.com

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